
No hay forma de escapar del «empopeyamiento», pero muchos escaladores se apresuran a culpar a la falta de resistencia de sus adoloridos antebrazos en vez de aprender a descansar en la vía de escalada.
Solemos ver a escaladores fuertes que no alcanzan su máximo potencial, sólo por desaprovechar los descansos y por no usar buenas estrategias de recuperación a mitad de la vía.
Es fácil quedarse atrapado por la secuencia, la colocación de protecciones, etc. Te olvidas de encender el «cerebro separado» que lidia con el descanso, y no te preocupas del empopeyamiento hasta que ya es demasiado tarde.
Por el contrario, tu objetivo debiera ser aprovechar cada oportunidad para evitar que se produzca la fatiga máxima del antebrazo, en lugar de esperar y tratar de darle cara.
Los gimnasios de escalada no ofrecen el mejor entorno para aprender a descansar en la vía de escalada, a menos que pienses diferente, vayas más allá y tomes la iniciativa.
Las rutas indoor suelen ser cortas y sostenidas, con todos los movimientos de un nivel o dificultad similar y con pocos o ningún descanso, lo que significa que suele ser más eficiente «correr» hacia las cadenas que parar a mitad de la vía a sacudir los brazos.
A menudo las vías en la roca son más largas y la dificultad, en la misma ruta, varía con secciones duras seguidas por valiosos descansos.
El secreto del éxito es adaptar tu ritmo y estilo de escalada según la intensidad de la escalada, esencialmente: aumentar la velocidad en las secciones duras e ir más despacio en las secciones fáciles.
La clave para dominar la resistencia, radica en detectar las zonas claves para descansar en la vía de escalada, y utilizar las tomas de manera efectiva.
Encontrar descansos en una vía de escalada
A veces tienes que desviarte de la secuencia natural de los movimientos, con el propósito de localizar descansos «ocultos».
Esto podría requerir usar las tomas en una secuencia diferente o irte hacia los lados para encontrar una posición más cómoda.
Esto es especialmente común en rocas tridimensionales complejas como la piedra caliza con tobas y estalactitas.
Atento a los empotres de rodilla, de brazo, apoyos en chimeneas, de cuerpo completo, y así sucesivamente. Considera cambiar tu agarre. Por ejemplo, usa todo el brazo en tomas sobresalientes que lo permitan.
Tipos de descanso en escalada
Al llegar a un posible descanso, evalúa rápidamente qué tan bueno es para que decidas cuánto tiempo permanecer ahí.
Descansos buenos en la vía
En una cómoda saliente, o puente, con buenos puntos de apoyo, por ejemplo, quédate el tiempo que sea necesario para que los niveles de pulso, respiración e hinchazón del antebrazo, regresen a sus niveles de reposo. El objetivo debería ser recuperarte completamente.
Descansos aceptables en la vía
En descansos con tomas regularmente buenas pero con malos pies, o un empotre de rodillas que aún requiere hacer fuerza con las piernas y mantener el cuerpo tenso, el escalador debe pasar ahí el tiempo suficiente para reducir el pulso, la respiración y los niveles de lactato lo más posible, pero no tanto como para que las piernas y/o el core, se fatiguen mucho (por ejemplo 2 a 10 minutos).
El tiempo exacto de descanso estará sujeto a la condición física del escalador y a la naturaleza del descanso en si mismo.
Malos descansos en la vía
Un descanso malo podría ser algún tipo de empotre o buen agarre con apoyo de pies razonable pero sin posibilidad de hacer «stemming» o empotre de rodilla.
El tiempo de descanso puede ir desde 30 segundos a 2 minutos. De nuevo, sujeto al nivel de condición física del escalador y a la naturaleza misma del descanso.
Descanso mínimo en la vía
En rutas muy sostenidas y sin descansos evidentes, aún es necesario sacudir, incluso ambas manos, rápida e intermitentemente.
Has esto si encuentras una toma o posición que se sienta ligeramente mejor que las otras tomas o posiciones.
Podrías hacer esto durante 2 a 30 segundos, dependiendo de qué tan bien sientas los agarres.
Técnica de recuperación en la vía de escalada
Para descansar en la vía de escalada, sacude siempre con el brazo estirado, a menos que sea un movimiento muy rápido, ya que sacudir con el brazo doblado no cumple el propósito.
Cuando sacudes desde buenas tomas en un muro desplomado, podrías necesitar hacer cambio de pies cada vez que haces cambio de manos, para mantener el equilibrio.
Mantén tu centro de gravedad directamente bajo el brazo desde el que te estás sosteniendo, como si mantuvieras un peso en el extremo de una cuerda.
Mientras organizas o colocas protección en rutas de tradicional, mantente intercambiando manos y sacudiéndolas.
Asegúrate de que tu magnesera sea fácil de ubicar (son preferibles las magneseras atadas más que las clipeadas, ya que se deslizarán y serán más accesibles).
Mantén el cuerpo lo más quieto posible, tratando de relajar todos los músculos que no contribuyen a mantenerte en el muro.
Evita sacudir vigorosamente el brazo, ya que puede crear inestabilidad en el cuerpo y desperdiciar energía.
Respira lenta, profunda y regularmente.
Escala las secciones fáciles de la ruta a un ritmo lento y constante, con gran atención a la técnica.
Estrategias avanzadas para descansar en la ruta de escalada
Un buen consejo para descansar en vías de escalada deportiva, es ir «intercambiando el empopeyamiento» de un brazo a otro, fatigando deliberadamente un antebrazo para refrescar el otro antes de un clipeo, o un movimiento duro, desde una toma pequeña.
Por ejemplo, si necesitas agarrarte con la mano izquierda para clipear con la derecha, entonces sacude la mano izquierda antes de hacer el clipeo.
Piensa en el futuro y resiste la tentación de anticiparte para alcanzar la toma desde donde vas a clipear. ¡Ten en cuenta que esto es muy contrario a la intuición de la mayoría de los escaladores!
El miedo a tirar la cuerda cuando estamos empopeyados, nos detendrá antes del punto en que alcancemos nuestro límite real, mientras que con este método puedes escalar más allá de la zona en que empiezas a empopeyarte.
Otro consejo avanzado al respecto, es encontrar la última oportunidad posible para sacudir o agitar el brazo antes de un movimiento específico.
Por ejemplo, si se trata un movimiento en que tienes que tirar con la mano derecha, entonces sacude la mano derecha desde una posición lo más cercana posible al movimiento, incluso si son tres o cuatro movimientos antes.
Búlder versus vías largas
Los escaladores más buldereros que escalan vías largas, a menudo encuentran que se empopeyan mucho, pero es el estilo del movimiento el que suele ser el culpable, más que la falta de resistencia.
Los buldereros se entrenan para traccionar lo más duro posible, mientras que los escaladores de resistencia hacen exactamente lo opuesto.
Para hacerlo bien en rutas de escalada deportiva duras, debes tener mucha potencia, pero los buldereros que deseen hacer la conversión, deben bajar el grado y dar vueltas en rutas fáciles, en series de tres o cuatro, mientras se concentran en la relajación y conservación de la energía.
Artículo original: consejos para descansar de forma efectiva, de Neil Gresham para el portal GYMCLIMBER.
Neil Gresham es entrenador de escalada profesional, del Reino Unido. Él escribe en la sección «Entrenamiento» para la revista Rock and Ice, y ha escalado 8c+, 5.14a X trad, WI 7, y es fanático del free solo en aguas profundas.