
Estimada comunidad de escaladoras, escaladores, montañeras y montañeros del mundo, somos tres hermanos: Edisson, Jonnathan y Cristopher Meyers.
No somos los mejores escaladores ni destacados exponentes de ningún deporte de montaña, pero sí hay algo que tenemos en común con muchos integrantes de la comunidad de montañeros y esto es la pasión por las actividades en la roca.
Nos encanta subir al cerro, escalar, dormir mal en las piedras, cocinar y comer con incomodidad, hacer caca entre los matorrales o detrás de una roca (aplicando el lema de no dejar rastro, por supuesto).
En pocas palabras, masoquismo represent, como el común de los mortales piensa. Y en cierta forma es verdad, a la gente normal le gusta la comodidad pero a veces todos necesitamos salir de lo cotidiano.
Esto es un poco más notorio en los escaladores, a quienes la recompensa por vivir duras experiencias nos genera placer . Por ejemplo, luego de encadenar una vía que estaba en el límite de nuestras habilidades ¡y que nos costó sangre y uñas! Maravilloso.
Vivir en la patagonia
Bueno, continuando con la presentación, somos chilenos y nos criamos principalmente en el sur de este país.
Gran parte de nuestra infancia y adolescencia la vivimos en la patagonia, entre la Estancia Río Cisnes, Villa la Tapera y Coyhaique (cuando a mis amigos del colegio en Coyhaique les decía que venía de Río Cisnes, me llamaban cisne. Me gustaba porque me creía Hyoga de los Caballeros del Zodiaco).
Precisamente nuestras primeras experiencias intensas entre cerros las tuvimos cuando éramos niños en Río Cisnes.
En la Estancia Río Cisnes, región de Aysén, hay un paso fronterizo en la para cruzar a Argentina, y nos divertíamos excursionando por las pampas y compartiendo con los gauchos, a quienes veíamos pasar siempre con sus ovejas arriadas con ayuda de sus perros.
Pasaban cada día y nunca dejó de ser emocionante ¡eran cientos de ovejas! Además, en el verano veíamos cómo las esquilaban… imagínense… miles de ovejas y un puñado de gauchos (también conocidos como ovejeros) y lo hacían de una pasada. Eran realmente impresionantes.
En la escuelita Soberanía
En La escuela rural Soberanía de Río Cisnes, éramos cerca de diez alumnos desde 1° a 6° básico integrado como un solo curso.
Hasta el día de hoy no entiendo muy bien cómo funcionaba esto (admiración a mi profesora, Pamela).
Vivir aquí era una aventura día a día y para niños de 10 años la diversión era infinita.
Aprendimos a disfrutar del clima hostil, era parte de la entretención. Fuertes tormentas y nieve en invierno, vientos de más de 100 km/hr en verano junto a un sol implacable.
Podías dejarte caer y no caías porque el viento te mantenía en pie.
Salíamos de pesca, algunas veces en grupo, con la familia, y otras cada quien por su cuenta. Yo tenía mi caña, así que desenterraba unas cuantas lombrices y me iba a recorrer el río en el cual no había problema de escasez de peces.
En las excursiones por la pampa pillábamos enormes rocas tiradas en medio de la nada y adivina lo que hacíamos, pues las escalábamos, qué más. Y lo hacíamos sin saber que era un deporte de verdad.
Nuestros amigos animales

También nos divertíamos interactuando con otros animales aparte de nuestro perro que se llamaba Gitano (Gitano, siempre estarás en nuestros corazones).
Había ovejas, caballos, zorros, ñandúes patagónicos, flamencos y otras aves de muchos tipos.
Algunos otros animalitos nos causaban unos cuantos problemas, como los visones (visón americano, que al parecer se ha transformado en una amenaza para la fauna nativa) y los chingues (también conocidos como zorrinos o zorrillos) porque mataban a nuestras pobres gallinas que amanecían sin cabeza.
Una anécdota curiosa fue que una vez pillamos un zorrillo muerto que el Edi pisó y me saltó pipí en la boca y a él en toda la ropa. Quedamos pasados a meado por una semana.
Lo pasábamos muy bien, aunque mi mamá no tanto, especialmente porque había que lavar a mano. Con decirte que una vez mi mamá se enojó con Jonna por ensuciarse tanto, lo agarró de los tobillos y lo metió de cabeza en el arrollo donde a veces solía lavar.
Motivación a tope
Sin duda que tener estas experiencias durante la infancia te deja marcado de por vida y quedas constantemente buscando aventuras que te hagan sentir lo que sentiste en aquellos tiempos.
Hoy en día estamos convencidos de que los deportes de montaña nos entregan la satisfacción que añorábamos.
En mi caso, comencé a practicar escalada deportiva en el 2013 y mi primera salida a la roca es inolvidable.
En el blog te cuento más sobre esta experiencia y de cómo la escalada arruinó e iluminó mi vida al mismo tiempo, probablemente muchos de ustedes, escaladores, ya sepan a lo que me refiero.
En mi mente, muchas cosas cambiaron desde que comencé a escalar.
Incluso, logré entender el consumismo que reina hoy en el mundo ya que cuando entro en una tienda especializada en montaña me dan ganas de comprar todo lo que veo, aunque con suerte me alcanza para el magnesio.
Nuestro blog para escaladores

En el Blog hablamos de todo lo relacionado a la escalada, Temas sensibles y otros, no tanto.
También te comentamos qué regalarle a los escaladores (lo que es bastante fácil de adivinar) o también sobre los escaladores más fuertes o de la nutrición para escaladores y otros temas más técnicos como por ejemplo, ejercicios para escaladores.
¡Hay tanto de qué hablar!
En fin, para enterarte de esto y más, síguenos constantemente, verás que será una aventura.
Un abrazo,
Cris